Asco de políticos

Resulta curioso ver como los políticos se retuercen de pena y dolor ante las tragedias ajenas, incapaces de asumir su propia ignorancia, incompetencia y desidia en lo que debería ser su deber, el servicio al ciudadano. Ahora que estamos de aniversario del accidente de barajas, me duele ver a los ministros apenándose por una tragedia que ellos mismos podrían haber evitado si las líneas aéreas que fallaran los controles fueran inhabilitadas para operar.

No sólo nos llevan por el camino de la amargura en el tema económico, si no que además, dentro de poco tendremos un grave problema social, cuando las verdaderas cifras del paro comiencen a dar la cara allá por finales de septiembre, principios de octubre. El problema social en cuestión no es otro que el mantenimiento de 5 millones de parados, con una mísera paga, y con pocas posibilidades de volver al mercado laboral.

Yo nunca he sido amigo de las prestaciones por desempleo, ya que fomentan la pereza durante el tiempo que duran, y la protesta cuando se acaban. Siempre he opinado que el INEM debería ser, más que una oficina donde arreglar los papeles para cobrar el paro, una oficina donde de gente acuda a buscar trabajo. Si el INEM funcionara bien, no existirían las oficinas de trabajo temporal, tan poco eficaces y necesarias. El INEM necesita reorientarse, y dejar de dar subsidios.

Y es que en esta España nuestra, se prima muchas veces la pereza a la productividad. Al campo se le dan ayudas para que NO se siembre, los parados cobrar currando pocos meses y lo peor de todo, las primas de los directivos y políticos, que se aprovechan del trabajo de los funcionarios para conseguir sus primas por objetivos, dietas, coches oficiales, y cosas por el estilo. Con los coches oficiales de los políticos españoles habría para darle crédito a miles de PYMES que crearían muchos puestos de trabajo. Pero es que se va muy bien en un BMW serie 7 pagado por los españoles vestida de Prada.

Hay que empezar a preguntarse la necesidad de la clase política en el mundo actual, pues en muchos casos, solo sirven para solucionar problemas que no se darían si ellos no estuviesen presentes. Son la “nueva nobleza” del mundo actual, con sus excesos, sus devaneos, su ineficacia, tal como representaban la nobleza y la realeza de finales del siglo XVIII en Europa. Todos sabemos como terminaron

Debemos preguntarnos la necesidad de esos sueldos millonarios, por que debe cobrar más un político que un basurero, cuando ambos son necesarios, posiblemente el segundo más. Por qué un político por más incompetencia que demuestre, continua muchas veces en el cargo, y si lo deja sigue cobrando, cuando si tu metes la pata trabajando en un videoclub, a pesar de la poca trascendencia de tu error, te pueden poner de patitas en la calle.

De nuevo estamos ante las clases sociales, como en el siglo XVIII, donde los políticos se van de cacería a costa de los impuestos de los ciudadanos, a pesar de que ellos digan que lo pagan de su bolsillo, se visten con trajes “regalados” o “comprados legalmente”, usan aviones oficiales para pasearse por los cielos españoles, otorgan ayudas millonarias a las empresas de sus familiares, y aquí nadie dice nada.

Estamos sedados, sedados por los medios de comunicación, dóciles y fieles según que partido, pero todos a una en una gran misión, confundir al ciudadano para con los intereses de su dueño, para acaparar los preciados votos que les mantienen en su sitio. Votos que en algunas ocasiones, si no en todas, no sirven para nada. Da igual quien esté en el poder, ellos van a lo mismo, a robar, conseguir regalos, bienes, concesiones, etc... Ha sido así desde los tiempos de los romanos, y no va a cambiar por que haya llegado el negrillo a la casa blanca, Bambi a la Moncloa, o el gigoló zarkozy al Eliseo.

Ahora bien, podría esta manada de borregos ciudadanos españoles salir de la sedación en la que se encuentra sumida y reaccionar ante lo que se avecina. No lo se, habrá cambios, esperemos que a mejor, esperemos que a peor, pero poco a poco, el mundo que conocemos se viene al garete. El 13 de Julio de 1789 nadie en Francia se imaginaba lo que iba a cambiar su sociedad un día mas tarde.

¿Cuando comenzaremos a cortar cabezas?