No a todas las personas les gustan los niños, ni los bebés ni los más creciditos. Los bebés lloran, lloran y lloran, como una que tengo aquí ahora mismo en la planta de pediatría, que es un coñazo, pero es un bebé el angelito y tiene que llorar. Los más mayorcitos tienen muchas cosas malas, como por ejemplo cuando comienzan a hablar compulsivamente, no se callan, o hacen alguna trastada, te rompen algo, se esconden y te vuelves loco buscandolos, o se escapan de casa para putear a los viandantes.
Los niños tienen esa facultad que les hace ser de goma, cuando se caen, lloran un poco, y al rato están corriendo de nuevo. Si les pinchas, lloran un poco, y a los pocos segundos se callan. Si eres tu el que te caes, te llevas dolorido una eternidad, sin contar con la posible baja laboral, las radiografías, el cuento para no trabajar, etc.… Desgraciadamente, los niños también se ponen malitos, y enferman. En mi profesión y en mi lugar de trabajo, tengo que ver a diario niños enfermos, con muy distintas patologías, que sufren mientras les ponemos sueros, aerosoles, etc. En mi planta hay de todo, desde gastroenteritis hasta niños operados de la garganta, apendicitis, niños con dolor de barriga, lactantes con ictericia del recien nacido... Pero sobre todo, hay mocos.
Pero sigamos hablando de las cosas buenas que tiene ser niño. Son esas cosas que de mayor no vas a poder hacer sin que te suelten un guantazo, una regañina o que te saquen los colores en público por estar mirando donde no debes. Por que ser niño tiene sus cosas buenas.
Puedes jugar donde quieras
Puedes jugar con lo que quieras
Y puedes mirar donde quieras
(Si mira hacia atrás el del chaleco naranja le sueltan un bofetón)
Los niños tienen esa extraña inocencia que les permite meterse en las situaciones más embarazosas que te puedas imaginar. Así, no solo pueden preguntarte inocentemente por alguna mancha que lleves en el pijama, o simplemente preguntarle al enfermero si tiene novia, por que a su tita le ha gustado mucho. En las siguientes fotos hay muestras de esa “embarazosa” inocencia.
Coitus interruptus!
Estos niños descubren como tocan la gaita los escoceses
Los niños en casi todo quieren parecerse a sus padres. Así, si el padre es del Real Madrid, los niños suelen ser del Real Madrid (o del Barcelona, para putear a papa), si el padre se peina a raya, los niños suelen hacerlo también. Lo que comen y beben los padres, los niños lo comen y beben tambien.
Miralos, igualitos
Sea como sea, te caigan bien o te caigan mal, algunos niños están para comérselos.
Mc Bebé