miércoles, 25 de febrero de 2009

España Cañi

Leyendo el periódico que normalmente suelo leer en el Pub "Dublín" pero que hoy, no sé a razón de qué me lo he comprado, encuentro muy instructiva la sección nacional, y la de economía.

En la sección nacional, aparte de los cañonazos que PP y PSOE se zumban unos a otros por las elecciones gallegas y vascas, aún resuenan los ecos de la dimisión del anterior ministro de Justicia. Las declaraciones de ZP sobre la dimisión son ridículas. Como se puede dignificar la dimisión de un ministro que ha gestionado tan mal su cartera, que ha soportado la primera huelga de jueces de la democracia española, que ha recibido manifestaciones de familias exigiendo justicia, que se ha ido de cacería con un juez de la audiencia nacional... Como se puede sacar pecho de un "acto" de valentía por la dimisión del ministro, si lo tenían que haber echado a patadas, a él, y al resto de fantoches que pueblan la política española.

Según las palabras de ZP, admirable la renuncia de un ministro, como si fuera a sacrificarse por España ante un pelotón de fusilamiento, o como si fuera con una mujer a cuestas bajando por unas escaleras de incendio al rojo vivo y descalzo. Admiración y sacrificio. Eso es lo que merecen esos lerdos que se agarran a un escaño como a un clavo ardiendo, soportando interminables sesiones del gobierno (cuando asisten), por la admiración, el respeto y el reconocimiento de los españoles que enfervorecidos, febriles de júbilo, vitorean Olés a su ex-ministro de Justicia por su gran abnegación, dedicación y trabajo por los españoles. Viles sabandijas arácnidas chupasangres salidas de la descolocada mente de algún escritor de ciencia ficción.

Abnegación sería si dejaran de cobrar por su cargo, que recordemos, mantienen una pensión vitalicia. Como tiene que doler dejar un trabajo y que te continúen pagando mensualmente, o anualmente, me da igual. Eso lo firmo yo mañana. Como tiene que ser de abnegado, sacrificado y penoso un trabajo donde tienes que ir una vez en semana, si vas, puedes hasta dormir, como hemos visto más de una vez en el congreso de los diputados, y tienes que votar lo que te ordene el pastor de turno, pues si colocáramos a ZP, Rajoy, Espe, Mari Tere y dos o tres cabezas más, junto con un montón de borregos con la pezuña puesta en el Sí, o el no, dependiendo de lo que se vote, tendríamos el mismo resultado. Eso sí, con menos déficit para las cuentas del estado, pues los borregos, como buenos y mansos herbívoros, con que les dejen un campo para pastar, se consideran pagados. Lo que manda el partido, va a misa.

Pero debemos recordar, que los políticos son la representación del pueblo...

Borregos. ¿Para cuando un ERE de ministros, asesores y sopla gaitas?

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