jueves, 26 de febrero de 2009

Ojo por ojo

Pues un vecino de un pueblo que no conozco del Euskadi ha entrado en una Herriko Taberna de esas y se ha liado a mazazos con el mobiliario. Tras estar detenido un tiempo, y posiblemente será juzgado y pagará mas que DeJuana por sus 25 asesinatos, resulta que ahora tiene que abandonar Euskadi por amenazas.

Digo yo, si todos nos liáramos a mazazos con las Herriko Tabernas, y con toda la pandilla de degenerados terroristas que habitan en su interior, quien se tendría que ir de su pueblo.

Siempre se ha dicho que si aplicamos el ojo por ojo, todos tuertos, pero cuando hay algunos que van arrancando ojos a discreción, mejor dos tuertos, que uno ciego mientras el otro se parte el culo de risa y busca otro a quien sacar el preciado órgano visual.

2 comentarios:

El Maestro de Esgrima dijo...

Yo entiendo el cabreo de este hombre, pero no comparto, para nada, su acción.

Que sí, que es lo que te pide el cuerpo con la cantidad de hijosdelagranputa que hay en este país. Pero, oiga, pues no... porque no nos vamos a joder la vida en la trena cuando tenemos a los tribunales de justicia -vale, imperfectos- pero creo que hay que confiar en ellos, porque no podemos pasar al "todo vale" pues el código de Hammurabi (ojo por ojo) no tiene sentido en una sociedad democrática.

Akliman dijo...

Tienes razón, pero recordemos que la democracia no es libertinaje, y que los crímenes deben tener un justo castigo ejemplar, que haga que si otro lo va a cometer, se lo piense dos veces. El problema es que en la sociedad actual, no hay miedo ni a la policía, ni a los tribunales, y queda demostrado por el descaro de los radicales abertzales, y en la proliferación de crimen organizado procedente de la Europa del este.